El 11 de septiembre a las 18 en punto, hora italiana, el papa Francisco recibió a monseñor Alfredo Zecca en Santa Marta. Fue una charla distendida, en la que únicamente estaban los dos. “Hoy no te puedo asegurar si en 2016 voy a ir a Tucumán, pero te prometo que en noviembre le voy a decir a monseñor (José María) Arancedo ‘mirá hay un 90% de posibilidades de que viaje o de que no lo haga”. Monseñor Arancedo es el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y convocó a reunión para el 10 de noviembre hasta el 15 de ese mes. Zecca asistirá a ese encuentro donde se definirá la incógnita que permitirá una organización sobre bases más firmes del XI Congreso Eucarístico Nacional de 2016.
- ¿Qué otro anticipo podemos tener acerca de la visita de Su Santidad?
- Hablé con la persona que organiza los viajes del Papa. Le dije que me gustaría que el Papa comience su visita por Tucumán, supongamos que el 19 de junio presida la clausura del Congreso Eucarístico Nacional, y después se vaya a Buenos Aires. Para nosotros, que estamos en la provincia más chica de la Argentina, va a ser lo mejor. Algunos medios decían que el papa vendría a la Argentina, a Chile y a Uruguay.
- ¿Cuál es el próximo paso en la organización del congreso eucarístico?
- El sábado vendrán a Tucumán delegados diocesanos de todo el país (son alrededor de 50 diócesis). Se reunirán en la casa pastoral, de San Lorenzo 441, y allí les expondremos sobre la organización del congreso para que puedan llevar toda la información a las respectivas diócesis. Pensamos que vendrán alrededor de 30.000 congresistas a Tucumán en 2016.
¿Qué opina de los resultados del sínodo extraordinario de la familia?
- Creo que el Sínodo ha creado una expectativa desmedida, sobre todo lo relacionado con los gays y la comunión a los divorciados vueltos a casar. El sínodo se realizó para hablar sobre la familia, pero de ninguna manera podía reducirse a esos temas. Lo primero que se propuso es anunciar la buenanueva del Evangelio que podríamos llamar de la familia. Hoy la familia está desacreditada, no la defendemos, cuando en realidad es el núcleo constitutivo y la célula de una sociedad. La familia es el núcleo donde un individuo comienza a realizar los vínculos constitutivos fundamentales, la noción de paternidad, de filiación, de fraternidad… La mejor herencia que puede tener alguien no es plata sino haber tenido una buena familia, unos padres que lo quieran.
-¿ Y de las familias que salen del esquema, como las de divorciados y vueltos a casar y de homosexuales, que opina?
- El primer objetivo del sínodo es salir al encuentro de tantas familias que sufren por diversos motivos y acompañarlas. Pero eso no significa justificar cualquier cosa. Uno tiene que acompañarlos e ir viendo la manera de acercarlos a la Iglesia, que los recibe y los hace participar. Como dice el Papa, la iglesia es un hospital donde hay que curar las heridas, pero pensar que va haber innovaciones insólitas, no. Además esto es un sínodo pastoral y no doctrinal. Cuando uno toca lo pastoral van implicadas cuestiones doctrinales, pero monseñor Arancedo ha dicho muy bien que si hay progreso doctrinal la evolución siempre va a ser en el mismo sentido. La Iglesia no da saltos mortales. La iglesia tratará de encontrar -sin salir de la doctrina- nuevos caminos pastorales que ayuden a integrar y a acompañar a gente que se ha creído excluida de la Iglesia sin haberlo sido nunca. En la encíclica Familiaris Consortio de Juan Pablo II se nos pide una serie de gestos pastorales que realmente no hemos cumplido. Cuánta gente piensa que porque está divorciada aunque no esté vuelta a casar no puede comulgar. Cuando no es así. La Iglesia no excluye tampoco a las personas divorciadas y vueltas a casar. No está admitida la comunión pero pueden venir a la misa y participar en las instituciones. A veces hay prejuicios.
¿Y con respecto a la homosexualidad?
- Respecto de los homosexuales hay que recordar el Catecismo. Hay que distinguir entre la condición homosexual de la persona y los actos homosexuales, que no pueden ser aceptables porque son contrarios a la naturaleza. A la naturaleza hay que ayudarla, no hay que contrariarla. Pero la persona es absolutamente respetable y aquel que la desprecia comete un pecado. Nadie puede despreciar a alguien por su tendencia homosexual. El Papa también distingue entre el homosexual y el que hace lobby. Pero esta es la primera parte del sínodo. Falta todo el año que viene y en octubre se realizará el sínodo ordinario. Los obispos retomarán la discusión y elaborarán un documento final. El Papa hará una exhortación apostólica recogiendo algunas cosas pero no está obligado a hacer todo lo que diga el documento.